Residência Masculina Mário Sacramento, 145


¿Masculina? No es que me importe compartir piso con hombres, mi gran duda era si en la universidad sabían que yo era una mujer :)

Tras solicitar información por email sin respuesta alguna, acabé llamando por teléfono al departamento de la universidad encargado de gestionar el alojamiento. Tras presentarme en un portugués adivino ininteligible, la persona que me atendió prefirió que yo hablara castellano mientras ella respondía en su lengua natal. Funcionó.

Lo primero que destacar de esta residencia es que su nombre no tiene nada que ver con el género de sus residentes. Es decir, no es una residencia para chicos/hombres. Conserva su nombre desde el inicio de su funcionamiento, sin embargo las características de sus inquilinos no son las mismas. De hecho, en esta residencia todas éramos mujeres.

En la misma calle (Rua da Mario Sacramento) existen dos residencias universitarias, en la que me iba a alojar yo y otra con el mismo nombre pero "Feminina". Ambas son las únicas residencias dividas en apartamentos y no en habitaciones individuales que ofrece la universidad. En concreto mi apartamento constaba de 3 habitaciones (ellos lo denominan T3) con baño y resto de servicios compartidos (cocina, sala de estar...etc).

El edificio tiene 4 plantas, y dividen a sus inquilinas por las características de sus estudios y su nacionalidad. Mientras que en la 1ª, 2ª y 3ª planta se encontraban estudiantes de origen portugués de diversos estudios de Grado, el apartamento de la planta baja estaba destinado a estudiantes de doctorado extranjeras. Ahí estaba yo.

La web de los servicios de acción social de la UA la define como la residencia universitaria más antigua y emblemática, iniciando su actividad en el año 1974. Y se encuentra en las mismas condiciones. Tal cual.

El apartamento viene a ser un piso amplio, con una entrada grande, un baño y un aseo (ambos con bañera), 3 habitaciones de gran tamaño, una sala de estar inmensa y una cocina de tamaño adecuado. Desde la cocina se tiene acceso a una terraza cerrada tipo galería.

He de reconocer que es el lugar idóneo para hacerse  una idea de que como era Portugal en esos tiempos. El piso no ha sufrido ninguna reforma, ya no sólo a nivel estético sino también funcional. La instalación eléctrica es un Poltergeist.

Las primeras 48 horas allí aprendí que si quiero usar el secador de pelo tengo que desconectar la calefacción (servicio central), si se conecta el único radiador eléctrico que hay (en una habitación que tiene estropeada la calefacción central) se tiene que desconectar y volver a conectar el calentador de agua, y si esto no funciona hacer lo propio con el frigorífico.

A pesar de todo, tiene su encanto. Y WIFI gratis, el de la universidad. Algo inesperado también.

Y el precio es más que asequible. El alquiler de la habitación costaba 190 euros, incluidos gastos de luz y agua, y el servicio de limpieza. Sí, SERVICIO DE LIMPIEZA.

No me lo podía creer.

Cada jueves Doña Isabel y Doña Jacinta venían con sus aspiradoras a lo cazafantasmas, limpiaban toda la casa (incluida cocina) y cambiaban ropa de cama y toallas (que también están incluidas en el precio).

Como apoyo visual dejo estas fotografías.





















3 comentarios:

  1. como puedo ponerme en contacto?. no encuentro la forma... gracias

    ResponderEliminar
  2. Yo también estaría encantado de saber como ponerme en contacto con estas residencias. Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  3. yo tambien querria saber el telefono

    ResponderEliminar